Salud en el deporte

La muerte súbita de una persona joven y aparentemente sana es un hecho que produce un gran impacto social y familiar, sobre todo si tiene lugar durante la práctica deportiva. El sucesivo fallecimiento de cinco atletas en una semana durante el mes de agosto del año 2007 reabrió el debate sobre un problema fatal que afecta al mundo deportivo: La muerte de atletas en el campo de juego.Mientras la imagen del jugador del Sevilla Antonio Puerta recorría el mundo entre homenajes y dedicatorias, en una ciudad israelí el delantero zambiano Chaswe Nsoftwa, 27 años y jugador del club HB Sheva, se desvaneció durante un entrenamiento y no pudo ser reanimado. En el cono sur, el Ecuatoriano Jairo Nazareno moría a los 21 años por un paro cardiaco tras un partido de tercera categoría en su país, al tiempo que en la misma España, Ángel Arenales perdía la vida a los 31 años por un paro cardiorrespiratorio tras disputar un partido amistoso con el equipo de veteranos del Atlético Sobrarbe. A cientos de kilómetros de allí, al voleibolista francés de 25 años Cédric Schilenger le falló el corazón mientras entrenaba con sus compañeros del club Chaumont, y no pudo llegar vivo al hospital. Era la prueba de que la fatalidad no se había ensañado solamente con el fútbol, y de que la Muerte Súbita en el Deporte es un problema grave.El fenómeno de la MSD es descrito científicamente como “aquella muerte inesperada, no violenta ni traumática, que ocurre en coincidencia temporal con la actividad deportiva, y cuando no transcurre más de una hora entre el inicio de los síntomas y su desenlace”. Todos los casos en el 2007 confirmaron un estudio del National Center for Catastrophic Sports Injury Norteamericano, que identificó cerca de un centenar de posibles causas de muerte súbita en deportistas en atletas menores de 35 años. La inmensa mayoría estaba relacionada con el funcionamiento del corazón. Es importante señalar que la mayoría de los especialistas alertan sobre la utilización de sustancias dopantes en deportistas que han fallecido bajo esta causa. Métodos como el uso de EPO (eritropoyetina sintética), popular en el ciclismo durante la última década, pueden producir un aumento en la viscosidad de la sangre en los deportistas, y acrecentar el riesgo de sufrir letales trombosis. En la cima de la negra estadística de la muerte súbita se encuentran el fútbol y el ciclismo.En los Estados Unidos los deportes de mayor riesgo son el baloncesto y el fútbol americano, con el 68 y el 76% de los casos. En Irlanda, el deporte que más casos de muerte súbita produjo fue el golf, con un 31% y el fútbol gaélico con el 21,5%. En un estudio italiano, con 49 casos, el deporte más implicado fue el fútbol con 22, seguido por el baloncesto (5), la natación (4) y el ciclismo (3).

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